¿El «Gigonomics» se volverá una realidad?
Quizá suceda en un lustro. O en una década. Pero, más allá de la fecha, lo cierto es que tarde o temprano el mundo del trabajo tal como se lo conoce hoy dejará de existir.
Si bien los cambios en el escenario laboral son constantes, los expertos coinciden en que al ritmo que avanza la tecnología, algunas profesiones y oficios desaparecerán, mientras que otras se modificarán para adaptarse a las nuevas realidades.
Por el lado de la demanda, en el futuro cercano la mayor generación de puestos de trabajo seguramente pasará de las grandes corporaciones a las micropyme y los emprendimientos.
Y, visto desde la oferta, ya se está produciendo un cambio en el paradigma de la dependencia -el hecho de que en una empresa asegure el sueldo todos los meses-: están naciendo cada vez más emprendedores y se vaticina que en los próximos años cada profesional deberá fabricar su propia marca y su empleabilidad.
Además, según anticipan los conocedores del mercado de trabajo, en el futuro será cada vezmás difícil que la gente se comprometa con una marca u organización. La tendencia será más bien a hacerlo con un proyecto.
El mundo «Gig»
En un artículo del diario español Expansión, José Manuel Casado, presidente de la consultora 2C, sostiene que «habrá un modelo de trabajo muy distinto al que hemos conocido hasta ahora».
Y explica que «en unos casos como consecuencia de la situación, y en otros porque los mejores profesionales aprovechan la situación para transformarla en oportunidad y hacer realidad sus sueños, se está creando un mercado Gig«.
El experto español habla de Gigonomics para referirse a un cambio de la economía compuesto por freelance, proyectos Gig y trabajos a tiempo parcial combinados con reducción de los prepuestos corporativos, outsourcing y el fin de la lealtad a las empresas.
«Será una economía en la que casi nadie tendrá un trabajo real; en la que cada trabajador es un Gig, un profesional que colabora a corto plazo con empresas mediante contratos para hacer proyectos concretos. El trabajo es una mezcla de colaboraciones con distintas compañías», señala el consultor en Expansión.
En la perspectiva del especialista, «se da una evolución natural que permite al profesional ser su propio dueño y a la vez dotar a la empresa de una mayor flexibilidad al poder disponer del talento especializado para iniciativas concretas».
Según su visión, esto será cada vez más importante en aquellas organizaciones de conocimiento que trabajen por proyectos, como los estudios de abogados, las consultoras o las ingenierías.
El mercado laboral es una estructura dinámica con permanentes modificaciones y la historia demuestra que el avance tecnológico siempre ha jugado un papel principal.
La incorporación de tecnología por parte de las empresas supone modificaciones en lo laboral: la máquina puede suplantar al hombre en aspectos mecánicos o técnicos pero debe de ser operada por personal especializado.
Allí hay modernización, tecnología y búsqueda del conocimiento para la aplicación de la nueva maquinaria. Pero ahí también se juega su papel la capacitación y el uso de técnicas administrativas innovadoras que tengan en cuenta la creatividad para el desarrollo y la valorización de los talentos.
En este contexto, desde la consultora de RRHH Bayton, Juan Carlos Martínez destaca que «las compañías deben especializarse en aquellas cuestiones que atañen a su estrategia. Todo aquello que demande un conocimiento alterno debe delegarse ya que de esta manera podrá encaminarse toda su capacidad de gestión a los asuntos vitales de la organización e incorporar a terceros que ejecuten profesionalmente las tareas para las que sean más eficaces y eficientes».
Para el gerente de Relaciones Institucionales de la firma de selección de personal, los proyectos «Gig» o esta nueva estructura freelance llamada «Gigonomics» son producto de la personalización y la especialización profesional de determinadas tareas que la empresa por sí misma no debe desarrollar. En otras palabras, se trata de la construcción de profesionales que pasan a prestar servicios en las compañías por un tiempo determinado, con un contrato para un proyecto concreto.
De acuerdo a su descripción, «los ‘gigonomics’ son talento aplicado a objetivos puntuales, organizan su propio trabajo y son sus propios dueños».
En opinión de Diego Kirschenbaum, director de la consultora Capital Humano, el Gigonomicses y será parte de una nueva generación que se está tomando el trabajo de otra manera.
Y aunque el consultor cree que llevado al extremo este esquema es casi imposible, destaca que será útil en la medida en que a las organizaciones les permita bajar costos y a la gente le rinda.
«Hoy ya se ve un claro paradigma en el que las empresas están tratando de tercerizar o achicarse. El escenario ideal sería que del otro lado encuentren profesionales que quieran y busquen ser autónomos», sostiene Kirschenbaum.
Y añade: «El fenómeno del Gigonomics implica mucho más que trabajo part time. Se trata de un fuerte cambio que ya se está impulsado desde las personas pero no aún desde las empresas, que todavía están viendo qué hacen con la Generación Y».
«Para que el Gigonomics suceda, no sólo las personas tienen que cambiar sino también las compañías», advierte Pablo Molouny, gerente general del portal de empleos Trabajando.com.
Y, en esta línea, añade: «Una empresa tiene que estar dispuesta a tener un nivel de outsorcingy de colaboradores de alta calidad, no sólo sobre la base o medio de la pirámide, que es lo que sucede hoy, ya que lo que plantea este fenómeno es reducir considerablemente el tamaño de la pirámide».
En definitiva, compañías pequeñas, especializadas y muchísima gente trabajandofreelance.
Según el Gigonomics, la persona es la protagonista de la nueva era del trabajo. Tiene que tener el afán de superarse a sí misma, generar su propia marca y sus propios procesos de mejora interna constantes.
Así, para Molouny, la pregunta clave es si las compañías están listas para un cambio semejante.
«Esta tendencia lleva a pensar por un lado, un grado de competitividad mucho más alto de las personas pero, a su vez, fuertes cambios estructurales a nivel corporativo. Esto último va a ser más lento, porque las organizaciones tardan más en absorberlos y porque en su mayoría aún están manejadas por personas que son de otra generación», explica.
En peligro de extinción
Con la inclusión de la tecnología en el mundo del trabajo se va consiguiendo mayor eficiencia.¿La contracara? La disminución -e incluso desaparición- de algunos puestos y la transformación de ciertos oficios o profesiones.
Aquellas estructuras de los años ’50 ,con empresas con cientos de empleados para tareas administrativas, liquidación de haberes, contaduría y tesorería, en donde los balances, los libros y la contabilidad era llevada en forma artesanal, es un modelo impensable en estos tiempos.
Los «trabajos para siempre» fueron desapareciendo y las organizaciones buscan nuevos profesionales que se desempeñen en su especialidad.
«Hay determinadas profesiones y oficios en virtual desuso y otras que se ven en problemas pero gracias a la transformación logran sobrevivir», dice Martínez, desde Bayton.
«Es cierto que las profesiones cambian y aparecen nuevas», confirma Gabriel Schwartz, director de Psicología Laboral Consultores.
Y completa: «En nuestro país, el avance de la tecnología hizo crecer a diseñadores gráficos, analistas de sistemas y operadores de programas de gestión, técnicos de todo tipo, comercializadores online, mientras que al mismo tiempo van desapareciendo ilustradores, vendedores, oficios como el de herrero o carpintero y médicos de familia».
En opinión de Schwartz, «habrá menos profesiones generalistas y más especialistas«.
En tanto, el vocero de Bayton detalla que «las tareas de corrector editorial fueron suplantadas por los editores de texto, los blogs y las redes sociales atentan contra la profesión periodística y los sistemas informáticos y los home banking sucumben los recursos humanos bancarios».
«Decenas de oficios -continúa- han prácticamente desaparecido pues no pudieron soportar los cambios, es muy difícil encontrar boticarios, peleteros, afiladores, sastres, orfebres, marchantes, taquígrafos y mecanógrafos, carboneros y cazadores».
Gustavo Aquino, profesor de la escuela de negocios ESADE y experto en gestión de talento, menciona que los obreros sin especialización y los administrativos de base están cayendo en desuso.
«Hoy es muy difícil encontrar avisos que pidan administrativos, sino que generalmente piden analistas, un licenciado en administración de empresas. Al que completaba planillas se lo comió el SAP, el Oracle, el ERP«, asevera Aquino.
A su vez, el profesor de ESADE hace hincapié en que desapareció el dibujante en las empresas de ingeniería, en las constructoras y en los estudios de arquitectura. Ellos fueron reemplazados por un programa -CAD- que lo manejan directamente los ingenieros o arquitectos.
«Los pagos de servicios a través de Internet impactan sobre la cadetería o el envío de correspondencia, al que a su vez se lo comió el e-mail. Y el clásico agente de viaje también está en peligro, por la contratación directa a través de Internet», añade.
Asimismo, relata Martínez desde Bayton, los editores de libros y discos luchan contra la piratería que los obliga a perder fuentes de trabajo a diario en sus locales y las tecnologías inteligentes desplazaron miles de puestos a nivel mundial en compañías de seguros.
Las que están en auge
Pero así como hay profesiones y oficios en desuso, nacen otras oportunidades de desarrollo profesional a partir de las condiciones del nuevo entorno global.
Con el ingreso de la Generación Y al mercado laboral y la relevancia que en los últimos años viene cobrando el marketing digital y las profesiones de IT, están surgiendo nuevas especialidades, muchas que están vinculadas a las redes sociales como community manager, programadores, desarrolladores, líderes de proyectos, analistas funcionales, expertos en seguridad informática, consultores SAP, administradores de redes y webmasters (Ver nota: Cuáles son los diez cambios que tuvieron que hacer las empresas para retener a los codiciados «techies»).
En la Argentina, explican desde Bayton, hay necesidades que datan de los últimos años en el área técnica y tecnológica. Hoy en día hay una gran demanda de ingenieros y técnicos. Otro sector con alto pedido de personal es el de las ciencias de la salud, especialmente en Enfermería.
Todos los análisis realizados por diferentes casas de estudios concuerdan que los sectores llamados a tener un gran apogeo económico en las próximas décadas son el ambiental, forestal, textil y el petroquímico.
Y las nuevas tendencias sociales dan lugar a carreras no tradicionales con un promisorio futuro, cuyos perfiles se modifican a gran velocidad. Alguna de ellas son Ingeniería Ambiental, Mecatrónica, Robótica, Biotecnología e Ingeniería en Alimentos.